15 August 2013
Algunas columnas me dan asco, no necesariamente por exceso de elementos grotescos sino por la cantidad exagerada de elementos románticos. No estoy en contra del sentimentalismo ni la fantasía, sin embargo, algunos escritos son tan idealistas y exagerados que me dan náusea intelectual. ¿Qué hay en el cerebro de ése ser humano para crear semejante historia? ¿Cómo permiten que eso se publique? ¡Que la muerte nos ampare!
Somos víctimas de una cultura extrañamente utópica y con una fascinación exagerada -casi frívola- por un patetismo ilusorio. Le dan tanta importancia al detalle novelesco que se pierde la esencia de la historia en sí. ¡Imperdonable!
Lo que me "sorprende" de la situación es que dichos escritos tienen espacio reservado -y permanente- en los periódicos de nuestro país. ¿Cómo es posible? ¿Cómo hemos permitido que nuestros medios de comunicación manipulen la realidad con cuentos de amores efímeros y novelerías baratas? Es patético y lo considero un insulto; en plena era de la información estamos tan mal informados. Debemos tener cuidado con los recursos que utilizamos.
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