07 October 2012
En la sabiduría infinita que condena esta
intensa emoción,
he buscado remedio en el arroyo inmundo
de una vida galante.
No lo encuentro; del Sur soplan vientos sostenidos
en traición.
¡Lujuria! Idealización inmoral ante el ímpetu
de un miembro vagante.
Deseo conjeturar que sólo será una nueva
estación,
un día otoñal el peregrino furor, morirá.
Es la sed bendita de entregarme a ti por
convicción,
puesto que en la hoguera de tu lecho, este
ardor subyugará.
Tengo apetitos de cada esencia en ti,
probar lo más profundo de tu ser.
Es la sensualidad en tu juego de
palabras… esas que dejaste en mí.
hazme la dama privilegiada. ¡Ven! Descubre mi vergel.
Selecciona mis instintos, consume cada
centímetro en mi piel.
Piérdete en cada recoveco de mi realidad;
recorre con tus labios mi profundidad con
sabor a miel.
Condena mi desliz; manipúlame
como vil pecado capital.
En tu honestidad me confunde el silencio.
Asesta mi angustia con tal órgano imperioso,
en la burla indignante del efímero desasosiego
desgarra mi ser en el impío coito clandestino,
pero glorioso.
En mi vientre se concibe el vacío de un
amor frustrado.
En tu existencia me encuentro sumergida; no
encuentro la salida.
¿Cómo amamos sin estar enamorados?
¿Cómo desvanecer este extraño suceso de
alquimia?
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